SAN ANTONIO ABAD



San Antonio Abad nació en el pueblo de Comas en el año 251 cerca de Heracleópolis Magna, en el Bajo Egipto. La tradición nos narra que cuando era muy joven, sobre los 20 años, sintió la llamada del Señor a la pobreza y quiso sentirse libre de sus posesiones, entrego el dinero que tenía a los más necesitados, y se retiró a una comunidad ascética para vivir en soledad, oración y pobreza.

Luego ayudo a muchos ermitaños a llevar una vida espiritual de recogimiento y soledad en el desierto, San Antonio era amante de la soledad y del encuentro personal con el Señor.

Nos ha llegado a nosotros diferentes tradiciones sobre su vida, y lo más destacado era la vida de oración y silencio, donde fue tentado por el demonio como le paso a Jesús también en el desierto. Era un hombre santo y austero, atrajo muchos seguidores, otros ermitaños y amantes de la oración y la soledad. Se le considera por ello el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo nunca opto por la vida en comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca del Mar Rojo, en absoluta soledad. Abandono su retiro sobre el año 311 para ir a Alejandría a predicar con la herejía del Arrianismo.

San Jerónimo, en su vida de Pablo el ermitaño, en un famoso decano de los anacoretas de Tebaida, cuenta que Antonio fue a visitarlo en su edad ya avanzada y lo dirigió en la vida monástica; el cuervo, que según se cuenta, alimentaba a Pablo dándole una hogaza de pan. A la muerte de Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otros animales, de ahí su patronato sobre los sepultureros y los animales.

También se cuenta que una vez se le acercó una jabalina con sus jabatos (que estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él, y le defendía de todos los peligros. Murió en Egipto sobre el año 351.

Javier Abad Chismol



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