SAN ROQUE


PEREGRINO DE LA MISERICORDIA



Cuando nos acercamos a la imagen y a la devoción de San Roque es conveniente acercarnos a los datos históricos, que aunque tenemos pocos, sí que nos ha llegado a nuestros días la tradición oral, por lo tanto san Roque desde luego existió, y es un santo, no una antigua figura pagana reconvertida, ni tampoco un mito o una leyenda, aunque la tradición oral tiene el peligro de distorsionar alguno de los datos.

Conocemos que nació sobre el año 1350 en Montpellier en Francia, de una familia de clase media, un lunar que tenía en forma de cruz hacía presagiar su acercamiento a la divinidad, al designio salvífico de Dios. Siendo muy joven, Roque perdió a sus padres y decidió hacerse peregrino y atender a los más necesitados,  y de esta manera entró a la Tercera Orden Franciscana, dio todo su dinero a los pobres y confió a su tío administrar sus bienes en beneficio de estos. En Roque vemos como se plasma el amor a Dios en los pobres.

Se dirigió a Roma, pero deteniéndose en cada lugar donde podía cuidar enfermos e inválidos. En Roma estuvo tres años y, de regreso a su casa, pasando un tiempo en Piacenza, atendiendo a los enfermos, quedó contagiado de la peste.

Se tuvo que ir de la ciudad donde tanto bien había hecho Roque, se refugió en un bosque, esperando morir por su enfermedad contagiosa. Allí, día tras día, un perro le llevaba un trozo de pan; el dueño del perro, que no era hombre piadoso ni siquiera una buena persona, quedó admirado por semejante hecho y se convirtió, arregló sus asuntos y cambió de vida. Contra todo pronóstico, Roque sanó de la peste, se dirigió a su tierra, que estaba en ese momento en guerra. No fue reconocido, sino tomado por un espía, y sin juicio alguno lo enviaron a la cárcel, y según la historia estuvo entre 5 y 8 años entre rejas, donde murió.

Su iconografía aunque variada, es abundante y perfectamente reconocible: viste de peregrino (bastón con calabaza, sombrero, esclavina con concha). Suele levantar la ropa con un bonito gesto, para mostrar las llagas, y casi siempre le acompaña el perro, que lleva el pan en la boca, y a veces un ángel. Su fiesta es el 16 de agosto, pero también aparece a 13 o 18 del mismo mes.

Javier Abad Chismol


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